21 de marzo de 2008

Origami

Qué maneras más curiosas
de recortar tiene uno.
(En la voz de Silvio)


La facultad de los dedos
consiste en desdoblar
fragmentos inconclusos,
cartas sin remitente
que la semántica, muda, describe.

El silencio arrollador
de la geografía de los pliegues
nos revela su amparo;
táctil y sutilmente.

A veces bestial,
amarrado a la fórmula del encantamiento,
el papel se transforma en cuerpo;
liquidámbar en reposo,
otoño más formal
de los intentos por poseernos.

El plegado asegura
la dirección del trazo;
el dibujo de la voz
que furtiva y pausada
va dislocando
aquellas articulaciones
sensibles al ruedo.

Cada origami es un pedacito vestido
que la yema somete.

Su intemperie
acoge maullidos de gato
o libélulas
o mariposas
anáforas y abstractas al nado
que se entregan,
sin pausa,
al secreto de nuestra devoción.