Nos basta un lenguaje de ciegos
ataviado por el feroz infortunio de la distancia;
un pestañeteo de incógnitas
jugando a burlar la fachada.
Tu velocidad arremete
con esta serie de incongruencias
que vienen a posarse sobre los párpados
como el mejor de los relieves;
a este paso que la expresión acentúa.
Me dices de la escritura y el hielo
me comentas sobre la dificultad del des/nudo
y yo te respondo
que en este espacio forjaré mi nombre
como secuela de una boca encajada
para vestirnos.