8 de marzo de 2009

Alguna vez

Fui una anfibia en estado larvario

Saber cerrar la página

Mi retribución ha sido bastante escueta.

Día a día encuentro pequeños esbozos de ustedes en mi bandeja de correo electrónico.

Ayer un amigo poeta hablaba del momento en que valientemente dejamos el lápiz sobre un texto "acabado" y lo dejamos ser, respirando en su propio ritmo y en el de quienes lo leen, procurando hacerlo parte de su biografía.

Carrusel de Anfibios surgió por una necesidad vital más que escritural; aunque poco a poco fue perfilándose como una opción de libro que espero materializar tras poner término a la constitución de Arcada, su predecesor en el tiempo y en el espacio.

Creo que es hora de cerrar, como una traslación temática y de biografía.

A nuestra manera hemos inventado diálogos más allá de las fronteras y sus bordes. Eso sí, no querría perderlos. Junto con este blog abrí otro que me preocupé de acariciar muchísimo menos.

Hoy decidí retomarlo, pero necesito que me ayuden a hacerlo latir. Por eso, dejo mis huellas y espero seguirlos de una forma mucho más activa.

Muchísimas gracias a cada uno; especialmente a
Almendrarei
Mi amiga Maga
La paciente n° 24
El baterista que escribe
Flashback tour
La hija del viento
GreGre
Pablo Palma

Y todos aquellos que quedan en el tintero, entre los que cuento a quienes escudriñaron sin hacérmelo saber.

Les propongo encontrarnos en un nuevo lugar; más libre, más colorido, aunque no menos alegre y dramático.

http://www.rocesyexilios.blogspot.com/

Porque este adiós es apenas el atisbo de un nuevo comienzo.

Un beso a cada uno. Un abrazo de Anfibia.