10 de marzo de 2008

Mandala


Este microcosmos que gira alrededor de mi cuello
ha ido fijándose en el interior de tu macro
representando la huella evanescente
de una circularidad ejecutada por el alma.

Tenemos un espacio sagrado
ondulando de orilla a orilla
Varios astros a su espera
nos sitúan como órbitas
de sus cuerpos celestes.

Voy a marcarte con mi uña
la fugacidad del nombre
para que cuando los vientos marinos
lo empujen,
este remolino vierta su gota
sustituyéndonos el ansia
por el goce de nuestras pieles.

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