14 de septiembre de 2008

Precipicio

- Gracias. Es hermosa
- Shhhhhhht
- Es como si me estuvieras leyendo
- ...
- No sé, de pronto...
- No
- ¿No?
- No lo sé. Esto sucede demasiado a menudo; tijeretazos o volteretas claroscuras; y luego tú...
- ¿Yo qué?
- Nada
- A estas alturas ya nos jodimos; pero me gusta. Es como si me estuvieras leyendo
- Leer no necesariamente nos conecta. Somos infiltrados con carita de gato, rasguñando las paredes con gestos
- Me pegaste el bostezo
- El bostezo es como la lepra: Cunde en el cuerpo despedazándonos los precipicios... ¿Por qué no me llamaste?
- A veces no te entiendo
- Si sé
- Pero es tan bonito...
- ¿Qué te dijeron?
- Y nada; lo mismo de siempre
- ...
- Bonito como el bostezo y su reflejo. ¿Soya?
- Sí. Soy sauce
- Sauce de pelito rojo y timbre de agua
- Gracias
- El mundo en una botella. ¿Vamos?
- Ya fuimos
- ¿Cuándo?
- Veinte segundos antes del arbolito amortajado en pausa
- Podemos volver a ir
- ¿Y qué le diremos al resto?
- Nada. No hay por qué explicar la manera en que nos fundimos con el fuego
- El fuego es cuestión de cada uno
- También el agua
- Anfibia
- Señor Pez
- Los peces somos animales crueles
- Eso te lo dije yo la primera vez que dejaste de hablarme
- Por suerte fui pez a tiempo. Desde el momento en que liberas la palabra, se prostituye como el gesto
- Depende
- ¿De qué?
- Nada, olvídalo
- ¿Que olvide qué?
- Esto
- Esto es demasiado íntimo demasiado junto demasiado lejos
- Será como tú quieras
- ¿Y cómo quieres tú que sea?
- De la forma menos dolorosa posible
- Cuéntame de una sola vez que conociste a alguien y no te metiste asustada bajo la cama
- No hay tiempo
- El tiempo es cuestión de cada uno
- Para mí no hay
- Estuve buscándote todos estos meses
- Yo siempre te esperé aquí
- Sí, pero a veces te me vuelves invisible
- ¿Azúcar?
- Es como si me estuvieras leyendo
- Dime algo que yo no sepa.

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