5 de junio de 2008

Filosa vértebra agridulce

Como aferradas al cuerpo
burlan el verbo
haciéndose rito.

Proliferan,
florecen,
aguardan nuestros destellos
de pupila o comisura.

Y se vierten.
Se retraen.

Bosquejan en la silueta
un sabor absoluto,
hasta que de pronto
la intención se inflama
y no hay opción
de negar(se) el recorrido.

2 comentarios:

seleccionaleatoria dijo...

.
(hace un tiempo estuve bajo el agua y no se permitían las burbujas)

Camila dijo...

re:

no podemos acceder dos veces al mismo mito