30 de abril de 2008


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La simulación nos oxidaba
el riesgo del roce.
Acumulábamos trasnoches
al placer de lo que se improvisa.
Mantuvimos un silencio
al costado de la almohada
y luego un pestañeo
nos devolvió la codicia.

Fue una esencia
demasiado extraña.

.

Palabra y cuerpo formarán, entonces, una textura que excede los límites de sí misma al posicionarse como generadora de un sentido; dependiente no sólo de la subjetividad de los interlocutores, sino también de los nexos comunicantes que ellos establezcan, a partir de la consecuencia seudo accidental de sus acciones, y del rol social -que por convención, educación o biografía- les haya sido prescrito.

28 de abril de 2008


1:18

Hoy te leo no tengo reciprocidad Respondo en silencio cada una de tus aseveraciones Estoy queriendo mucho extrañando mucho sintiendo mucho y deseando huir Toda esta semana me ha venido fatal pero te quiero No sólo lo configuro yo sino mi interlocutor que también tiene su ego y debe hacerse cargo "Mano de obra" -solitaria para mis adentros- tan mentirosa tanto Es una bella canción /todo esto podría ser un gran guión/ para una película azotada por la lluvia donde los personajes se aman y se despiden acariciándose un poquito la sonrisa Un día un niño me regaló un paraguas y ya no podía huir de su fábula
Somos los grandes mentirosos
de una historia que no tiene moraleja
entonces se es fuego y agua
y una comisura que no huyó del hastío
(tú me fomentas la escritura
Si te tuviera en frente ¿qué dirías de mí?)
hasta que el silencio lanza su eco
como si todo estuviera teñido para marearnos
yo te diría que el hambre es feroz
y sin embargo estaría mintiendo
"sin embargo" es una expresión netamente femenina
hundida en el océano de los talveces
carótida
aeroplano
juntura
vaivén
Tú no eres Diamela Eltit
pero sí un esbozo de "Mano de Obra".

27 de abril de 2008


Gineceo

Ella participaba de la cautela que manifiesta la observancia. Procuraba esconder pequeños señuelos; causas feroces antecedentes a la desidia del verbo.
Ella manchaba cada cierto tiempo el lienzo incorruptible de las palabras.



Pronto,
la historia
tergiversaría
sus espasmos.

Tijereta / Sueño Compensatorio

La angustiosa fábula danzaba
de un recoveco a otro,
por si la lluvia.

En la antelación transparente de su fuerza,
el fauno.

Porque el recodo,
porque la sed.

No era una simple pureza la llama,
sino una contextura azulada del fuego;
el acecho del iris furtivo,
la náusea que antecede a su dominio.

22 de abril de 2008


Tú me hablas hacia adentro

Porque unto mi lengua en tu paladar
abriéndome acceso a la noche;
minucioso sepulcro de tibio jirón
y una nube de carne
azotándome el pelo.

Viceversa

Ella y yo
nos conformamos
con hacer y deshacer
lo que no nos pertenece,
abogando
por una silueta
bajo los párpados.

14 de abril de 2008

(i)Luminaria

Resbalo en tu pelvis
inaugurando
mi sed.

(Un beso
al comienzo
del vello)

Almíbar

2:18 AM
Señor Pez (dos puntos)
...

Mi duda es si sabrá decirme usted lo que es el agua
y esa chispa indolora que me sacude el párpado.

Cuénteme
cómo es que a lo largo del día
extrae usted conejitos de su sombrero
nostalgia impar
azotándome las fosas nasales.

Yo no sé
si es su presencia
al otro lado de este hilo yodado

O es que trepo
amalgamada a la fisura
de no saberlo
triste y sencillo;
abrupto, corriente
vulnerable o lejano.

Ella dice que te extraña
y que está perdida
en un zig zag frenético
del que no quiere salir
porque ya casi
que se está por acostumbrar
y no sabe si es bueno...

Y que te quiere
y que se acuerda de vos
todo el tiempo.

Y que te quiere
y que se acuerda de vos
todo el tiempo.

-Y que te quiere-

Como una llamarada
infinitamente naranja
ardiendo en la pecera
y el aleta y la escama nacarada.

Para marearnos
-siempre para marearnos-
es el buceo
inabarcable
de palabritas extrañas
que sacuden el cuerpo
y lo tuercen
mordido
como la ropa puesta a secar.

Esta noche
mi dulzura acéfala
se deposita en la clavícula
para que un estornudo
como cuchillo
nos lacere
y de ese ardor
nos quede un rastrojo
una carne colgando
una herida
una sonrisa infinitamente feliz,
porque usted y yo,
Señor Pez,
dormimos yuxtapuestos
como un beso en las falanges.

La extrema agresividad
con que el mundo nos tienta
viene a sublimarnos
en el silencio
de este acuario
brillante de algas artificiales.

Usted y yo
sabemos que hay un miedo esponjado
allá afuera
y que ese castillito plástico
será lo único que alcanzaremos a heredar.

Por eso, en este cuerpo blanco
me dispongo a inscribirlo
como un remitente lejano,
otrora destinatario
de aquella palabra
que el agua tibiamente abastecía.

Señor Pez (dos puntos)

Y que te quiere
y que se acuerda de vos
todo el tiempo.

Y que te quiere
y que se acuerda de vos
todo el tiempo.

Caracol, caracol

Congelamos la persistencia del roce
mantenida apenas
en un nivel áurico
amarillo o violeta o carmesí.

Jamás te he dicho
que me agrada esa palabra
y la ropa puesta a secar,
vulnerable a la mordedura
de la pinza que la sujeta
y la tensión del cordel
(carrusel)

De chiquita inauguraba la fábula

Vente, que el frío
arrasa en la costilla
Eva
Eve
Manzana de Adán.

Expulsa el viento
primaveras de su agujero
constancia silente
del vaivén
zig zag.

-Hoy es lunes-

El otoño feroz
nos tiende en su anzuelo
una urdiembre
de tamaña espera.